Una mente consumida por los medios

Dos horas, aproximadamente, son el cálculo.
Suena la alarma y aprieto el botón para que me de 10 minutos más, y esto es algo que se repetirá de seguro unas tres veces más, lo que vendrá a significar:
a) una ducha más corta
b) no lavarme el pelo (en caso de que tenga que)
c) despertar ir a la cocina, agarrar la primera cosa comestible que halle y 'tomar mi desayuno' mientras me ducho y lavarme los dientes ahí mismo (siempre existe la posibilidad de salir sin desayunar)
d) en caso muuuuy extremo, usar el metro
e) rendirme y simplemente aceptar mi realidad de que llegaré tarde (cada día una alternativa más aceptable)

Vestirse rápido, y si se puede prescindir del peinarse.

Ahora si la micro tarda en pasar es cuando se me jode más el panorama y me empiezo a urgir más, busco en mi la paz y un estado zen que me ayude a no comenzar el día mal. Ojalá no falle, porque seguramente en la micro misma hallaré mil y un razones para volver a intentar hallar la paz en mi. Ya sea:
a) cerca del mediodía la micro se llena considerablemente y bajar de esta es un cacho.
b) te choca la gente que se sube por las puertas traseras sin pagar y que apenas dejan bajar a la gente de la micro.
c) nuevamente alguien ha vomitado (tenés algo Feña, estoy segura)
d) se subió por vigésima vez en la semana el MISMO payaso, y trata nuevamente de agarrarla contigo y hacerte exactamente la MISMA pregunta que llevará a que repita esa rutina tan re fome.
e) no alcanzarás a encontrar dinero para cuando el tipo de los super 8 ya se haya bajado
f) alguien que vale por 4 se te sienta al lado y cooperaste con la mitad de tu asiento.
g) alguien va golpeando el asiento tras de ti
h) te sentaste mirando hacia atrás y ya te empezaste a marear
i) no se te ocurre nada para taller



Pero la música siempre ayuda a amenizar todo esto, lo pones en random, shuffle (o como prefieras llamarle), porque después de un año dándole a la misma lista todos los días, preferiste optar por lo aleatorio, si al final sientes que es así como se están dando las cosas. Pero continúas prefiriendo ciertos temas que te hacen sentir como cuando uno se enamora al escucharlos, sobre todo aquel de aquella película, de aquella escena, de aquella anécdota, de aquel amigo, de aquel recuerdo, de aquel sentimiento, de aquel día, de aquella situación, de ese concierto, de esa noche, de ese día, de esa clase, de aquel libro, de lo que sea que haya sido que lo incrustó en ti.

Y yo quiero tener 17 años y trabajar en una disquera, pondría música y sería como un Barry o el otro chico rubio no tan rubio cuyo nombre he olvidado, pero es genial, aunque habla poco. Sí, y pondría Sugarhigh pero no la versión de la película, pues ya sabes como es nene, when I lick between your thighs